viernes, 5 de febrero de 2016

¡Que vienen los comunistas!


Llevamos varias semanas especulando sobre quién será el que acabe encabezando el próximo gobierno de España, que en cualquier caso tendrá que ser un gobierno de coalición, y mientras las partes contendientes discuten los posibles pactos ya hay un sector que ha dictado sentencia: el del casino financiero, también conocido como banca de inversiones.
Ante la única propuesta clara de gobierno que de momento ha trascendido, que sería una coalición pretendidamente progresista entre PSOE y Podemos, con Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, de presidente, y Pablo Iglesias, Secretario General de Podemos, de vicepresidente, con el apoyo de otros grupos como IU-UP y posiblemente otros de corte nacionalista como ERC, la banca de inversiones ya ha dejado claro que una coalición en la que tenga presencia la "extrema izquierda" sería poco menos que el apocalipsis.

Los argumentos esgrimidos por la gran banca se centran en que esa coalición, probablemente, pondría en marcha "un cambio significativo en la política fiscal -que aún estaría por ver- que traería consigo la eliminación de las políticas de contención del gasto público y el incumplimiento de los objetivos de déficit comprometidos", esto es, para que nos entendamos, paralización de las políticas de recortes y privatizaciones en servicios públicos, hechos estos que desde luego en la especulativa banca de inversiones ven negativos ya que los privaría de lucrarse con el gran negocio de las privatizaciones. O al menos no se lucrarían de la misma forma en que lo venían haciendo durante los últimos cuatro años.