Hoy buena parte de los ilusos que creyeron que el programa especial sobre el 23-F emitido por La Sexta en la noche del Domingo, 23 de Febrero, el llamado Operación Palace, desvelaría la trama nunca contada en torno al golpe de Estado de 1981, continúan con cierta "resaca" por el desengaño que supuso la broma, broma que a muchos no nos hizo ni pizca de gracia.
Pero cuando analizamos las cosas con frialdad y rigor nos damos cuenta de que, en el estado actual de las cosas, con una monarquía acosada por los escándalos de corrupción, la opulencia de los safaris de lujo, y los líos de faldas del monarca, y con el descontento social como parte del aire que ya nos hemos acostumbrado a respirar, era absolutamente improbable que uno de los medios del régimen provocase una crisis de Estado destapando las cloacas de la monarquía y la gran mentira utilizada para afianzarse como pilar indiscutible del Estado durante los últimos 33 años. Principalmente porque de contener material clasificado que pudiese modificar de manera efectiva el pensamiento colectivo español respecto a la Corona, por supuesto, no se habría permitido la emisión de dicho programa.
Afortunadamente, no todo son películas y conjeturas de dudosa certidumbre, existe material filtrado por personas que vivieron aquellos momentos en 1981, y que ostentaban cargos relacionados de alguna manera con las instituciones envueltas en la trama, y que pueden arrojar algo de luz.
A continuación les reproduzco el artículo "23-F: UN GOLPE DE ESTADO EN BUSCA DE AUTOR" elaborado por el Coronel Diego Camacho López-Escobar, militar que actuaba en la unidad del CESID que participó en la programación y ejecución del golpe:
Pero cuando analizamos las cosas con frialdad y rigor nos damos cuenta de que, en el estado actual de las cosas, con una monarquía acosada por los escándalos de corrupción, la opulencia de los safaris de lujo, y los líos de faldas del monarca, y con el descontento social como parte del aire que ya nos hemos acostumbrado a respirar, era absolutamente improbable que uno de los medios del régimen provocase una crisis de Estado destapando las cloacas de la monarquía y la gran mentira utilizada para afianzarse como pilar indiscutible del Estado durante los últimos 33 años. Principalmente porque de contener material clasificado que pudiese modificar de manera efectiva el pensamiento colectivo español respecto a la Corona, por supuesto, no se habría permitido la emisión de dicho programa.
Afortunadamente, no todo son películas y conjeturas de dudosa certidumbre, existe material filtrado por personas que vivieron aquellos momentos en 1981, y que ostentaban cargos relacionados de alguna manera con las instituciones envueltas en la trama, y que pueden arrojar algo de luz.
A continuación les reproduzco el artículo "23-F: UN GOLPE DE ESTADO EN BUSCA DE AUTOR" elaborado por el Coronel Diego Camacho López-Escobar, militar que actuaba en la unidad del CESID que participó en la programación y ejecución del golpe: