domingo, 23 de septiembre de 2012

La usura, la guerra y la mafia financiera capitalista


El objetivo cercano parece ser Irán, que dispone de enormes reservas de petróleo y otros recursos, y que se esta convirtiendo en una potencia alternativa que, además, ofrece a los cada vez mas esclavizados ciudadanos bajo regímenes capitalistas una opción alternativa de vivir sin el sometimiento personal y nacional a las grandes mafias multinacionales, como también hacia Libia (aunque los medios de propaganda capitalista nunca lo contarán).
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A Irán, a no ser que su capacidad militar dé miedo a los agresores, esto tampoco se le va a permitir por mucho tiempo, ya sea continuando con la campaña mediatica anatemizando la Revolución Iraní y convirtiéndola en tiranía, dictadura, o un país terrorista, entre otras características, o directamente invadiendo el país y destruyendo su riqueza, para castigar su osadía. Poco importará a los mafiosos magnates, bien acomodados en sus grandes mansiones o, en caso extremo, escondidos en sus búnkers, lo que suceda con los iraníes que caigan bajo sus bombas, como tampoco, si sucediera, lo que aconteciera con sus compatriotas. Pues, como sabemos, para cualquier mafioso usurero su única patria acaba siendo siempre el dinero.

En resumen, el hacerse con el control del Banco Central de la República Islámica de Irán (CBI) es una de las principales razones de que Irán esté en el punto de mira de las potencias occidentales e israelíes. Como paso también con Libia, que los iraníes no sometan su soberanía económica a los intereses de los mercados (un eufemismo que en realidad podría sustituirse perfectamente como una especie, usando un término grato a los capos y mafiosos, de La Familia), que esté controlado por el Estado y que, además, no participa del juego de la usura, en el que el más poderoso, ellos lo saben muy bien, al menos de momento, siempre sale ganando.

Si un líder se opone al sistema, o un país decide no someterse, inmediatamente se organiza una "revolución", una guerra civil, o una "intervención humanitaria" para castigarle, destruyendo el país para luego obligarle a aceptar aquellos créditos que no quiso aceptar antes a cambio de enormes intereses (en esta ocasión disfrazados de "ayudas a la reconstrucción del país").

A su pesar, todavía resisten Corea del Norte, Irán y Cuba. Con el primero, de momento se lo tienen que pensar si quieren aplicar el mismo esquema que en el resto de sus víctimas. Corea tiene armas nucleares (de verdad, no solo como acusación falsa para justificar una intervención) y por eso no se atreven a mover un dedo contra ella. Por eso Irán acelera su proceso de crear sus propias defensas nucleares, pues parece ser la única garantía de que los mafiosos capitalistas no acaben clavando sus colmillos ávidos de sangre en el país.

Cuba es el único de los anteriores que tiene gran simpatía y apoyo internacional, especialmente en Latinoamérica, y donde las campañas mediáticas no prenden como cuando se trata de los anteriores. Ademas los cubanos han demostrado sobradas veces, en los anteriores cientos de intentos de invasión, magnicidio o desestabilización, que apoyan rotundamente a su revolución, y que cualquier intervención tendria un gran rechazo interior e internacional. Esperemos que las reformas económicas iniciadas por el gobierno cubano no abran la puerta para que estos criminales se metan definitivamente dentro del país y comiencen a destrozarlo.

En el sistema bancario iraní, como antes en Libia, no se practica la usura, el préstamo con interés a beneficio del prestatario, lo que no solo perjudica los intereses de las mafias bancarias en aquel país, sino que supone una amenaza, como ejemplo, ante el resto del mundo.

Hasta hace pocos siglos, la usura estaba prohibida en el mundo cristiano, sopena de que se fuera castigado con la muerte, pues era vista como un método de estafa y robo (es decir, como lo que es). En el siglo XIX los bancos han ido extendiendo su costumbre de prestar dinero a cambio de intereses abusivos, y en el siglo XX han conseguido dominar la economía mundial basándola en la especulación y la deuda.

Su método es muy simple. En primer lugar, basar el crecimiento en el endeudamiento de los propios trabajadores, que quedan asi atados a la deuda de por vida y que además son domesticados dándoles la impresión de que su nivel de vida puede mejorar. En segundo lugar, a nivel de estados, se trata de comprar a políticos corruptos, que han tenido que ir pasando por un proceso de sumisión dentro de los partidos políticos creados precisamente para lograr el sometimiento a los dictados del mercado, y "convencerles" a asumir créditos enormes en forma de "ayudas", de forma que pocos estados no son deudores de las grandes mafias financieras. Se trata del mismo método que aplicaban Luchi Luciano o Al Capone en los años 30, o que han aplicado las mafias sicilianas desde su surgimiento: si no se paga, el deudor se convierte en esclavo, en títere, en muñeco al servicio del prestatario, o, en último extremo, en hombre muerto o país destruido.

Que un banco te preste 100.000 euros y le devuelvas al final 400.000 es, lo etiqueten o no con otras palabras, usura pura y dura, y esta usura es la causa de muchos de los graves conflictos intenacionales de los últimos tiempos.

Irán es hoy uno de los tres Estados del mundo cuyo sistema bancario no está controlado por el clan Rothschild y amigos. Hasta el espectáculo pirotécnico organizado en Nueva York aquel 11 de Septiembre, su número era de siete: Afganistán, Irak, Sudán, Libia, Cuba, Corea del Norte e Irán ¿Curioso, no? Hoy quedan sólo tres.

Hasta 2003 Afganistán e Irak habían acabado controlados por los tentáculos de los grandes magnates capitalistas, y en 2011 tambien ha sucedido lo mismo con Libia y Sudán (que además ha quedado dividido en dos Estados, como Corea). A principios de los 90 fueron los países socialistas los que fueron destruidos, algunos, como Rumanía, también con saña por osar demostrar a todo el mundo que se podía vivir sin deuda a las grandes mafias financieras y que, además, se podía ser una potencia en ciernes.


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