miércoles, 21 de marzo de 2012

"Este no es el momento de una huelga general"

Dicen algunos que presumen de ser muy demócratas que éste no es un buen momento para una huelga general, que una huelga general no da una buena imagen a la marca "España", que las huelgas no crean empleo...

Estas frases que se pueden escuchar hoy fácilmente en cualquier momento de la mañana en que uno se enchufe a la radio, me invitan a la indignación y a la repulsa más absoluta, y a hacerme la siguiente reflexión:

La huelga es el único instrumento legal del que disponen los trabajadores en nuestra modélica "democracia" para defender sus derechos laborales y sociales, y a la que se recurre cuando los órganos de gobierno lesionan derechos fundamentales de la clase trabajadora, por lo que si este momento, en el que hay más de 5 millones de desempleados, en el que se aprueban reformas laborales con nulo apoyo social que abaratan a las empresas el despido de trabajadores, que reducen sustancialmente la indemnización por despido, que eliminan el derecho del trabajador de convertirse en fijo después de dos años de contrato, que además permiten al empresario encadenar contratos temporales precarios indefinidamente, que hará que los trabajadores puedan tener un contrato en prácticas hasta los 30 años de edad, que aumentan la edad de jubilación hasta los 67 años, y que por si aún fuese poco estas reformas permiten a los empresarios despedir a trabajadores libremente alegando tener menos beneficios que en los seis meses anteriores, todo esto mientras nos recortan servicios básicos fundamentales como la sanidad y la educación pública... si este momento no es el adecuado para una huelga general, ¿entonces cuándo será?
Puede que sus señorías hayan olvidado el por qué de las huelgas y piensen que solo es un pretexto para no ir a trabajar, pero una huelga no se hace por gusto y no se acude a ella de fiesta.
  

Evidentemente, para el gran empresario, ese empresario codicioso y sin escrúpulos, ese que no ve personas sino números, al que la reforma laboral le ha venido como caída del cielo, no es un buen momento para una huelga general, pero no nos engañemos, para el empresario no hay ningún momento propicio para una huelga, sean buenos o malos tiempos, se pisen más o menos derechos, para ellos una huelga es como esa molesta piedra metida en el zapato de la que hay que deshacerse cuanto antes, y si se puede evitar, mejor.

Todos aquellos que ponen por delante los privilegios de la empresa y los empresarios por delante de los del motor de toda sociedad, que son sus trabajadores, insisten en lo inútil y perjudicial para la economía española de la huelga general, pero lo que no hacen es ponerse en el pellejo de los trabajadores, a los que se les exige trabajar más, cobrar menos, que tengan menos vacaciones, que no se pongan enfermos, a las mujeres que ni se les ocurra quedarse embarazadas, y después de todo esperan que sus trabajadores estén contentos y motivados, y que nunca cuestionen sus decisiones. Los empresarios se quejan de la huelga, pero son ellos a través de la patronal junto al gobierno los que la provocan, los que no dejan más salida a los trabajadores que manifestarse en huelga por los cada vez más derechos que les arrebatan.
Por otra parte, los demagogos políticos que apoyan estas reformas salvajes contra la clase trabajadora hablan del perjuicio para la economía del país que supone la huelga, pero es evidente que cuando hablan de la economía nacional excluyen a los trabajadores, sólo de esta forma se entiende que cada vez que haya que recortar gastos los derechos de los trabajadores sean el primer objetivo de estos tiburones; asumen por decreto que la economía nacional reside en el capital de las empresas privadas (esas mismas empresas que después evaden impuestos sin ningún pudor), pero después resulta que quienes más aportan a las arcas del Estado son los mismos trabajadores a través del IRPF, lo que significa que se está utilizando la explotación al trabajador para generar ingresos a costa de un considerable descenso en su calidad de vida, en lugar de gravar a las grandes corporaciones, que son las que precisamente acumulan el mayor volumen de capital, pero claro, nos olvidábamos de que en España los privilegios que nunca deben tocarse son los de las grandes fortunas, que casualmente son los que financian los medios de comunicación de masas y los programas de los dos partidos del régimen, además de su protagonismo absoluto en los citados medios. Son los que programan la opinión pública. Que estos medios alabaran la huelga general sería tirar piedras contra su propio tejado, así que, lógicamente, lo que hacen es presionar e intentar deslegitimar las razones que nos llevarán a los trabajadores a manifestarnos en huelga general el próximo día 29 de Marzo.

Los que defienden la reforma no ven nada útil en la huelga porque no tienen intención de variar ni un ápice ninguna de las enmiendas de la reforma, lo que da una clara idea del respeto que tienen a la voz del pueblo trabajador.
También dicen que la huelga no crea empleo, lo que a mi parecer es una total y absoluta falta de respeto a la inteligencia de los trabajadores. Los trabajadores antes de declararse en huelga ya han buscado trabajo, se han esforzado y han tragado lo que no se puede tragar con tal de mantener unos ingresos que ya no dan ni para pagar facturas. Los que acuden a la huelga no van a cazar ningún trabajo, porque eso ya lo hicieron antes, sino a exigir que se les escuche, que se les tenga en cuenta y que se les permita participar en las cuestiones económicas del país, que nadie decida por ellos lo que les conviene o les deja de convenir, pero sobre todo, a exigir unos derechos que les permitan una mejora en la calidad de vida.

Los mismos que defienden la reforma son también los que dicen que una huelga general no da una buena imagen de la marca "España", y en aberrantes frases como ésta se vislumbra que para el capitalista modélico el país no es más que un producto que se espera vender al mejor postor, y que como tal, tiene que lucir bonito en el escaparate. Para ellos no da una buena imagen un país que tiene a la gente protestando en la calle, pero sin embargo parece que sí la da un país en el que los trabajadores sean esclavos de un macabro sistema en el que se les utiliza para que las oligarquías dominantes se sigan enriqueciendo a su costa, pero en el que todo el mundo esté calladito.
Aquellos a los que les preocupa más la "marca" que la situación de los trabajadores, sin los cuáles toda economía se hunde, muestran así que les importa un bledo las razones de los trabajadores para hacer huelga.

Y porque precisamente de los trabajadores depende la producción, la economía y el desarrollo de un país es por lo que éstos deberían tener voz y voto más allá de las burocracias de unos pseudo-sindicatos vendidos al soborno de los patriarcas del Estado.

Los acomodados, los grandes empresarios, los banqueros, los capitalistas y los políticos que actúan como brazos ejecutores de éstos han encontrado la forma de extrapolar a nuestro tiempo la esclavitud de antaño, y lo han hecho recortando poco a poco a la clase trabajadora los derechos que tanto costaron conseguir, reduciendo su autonomía y manteniéndola prácticamente en un régimen de subsistencia, al tiempo que la atan a productos artificiales que le den una falsa sensación de felicidad, mientras que con los medios de comunicación la manipulan haciéndole creer que todos los males que sufre son algo temporal pero que realmente vive en el mejor mundo posible. Se han convertido en los nuevos señores feudales y tienen la firme creencia de que España es un cortijo de su propiedad, y que el resto somos el rebaño de ovejas a su servicio. La diferencia entre la época feudal y la actual es que antes los esclavos sabían que eran esclavos, pero en la actualidad estos señores feudales, aprovechando las tecnologías de hoy y los medios de comunicación de masas (de los que son propietarios), manipulan al populacho haciéndoles creer que son personas libres en una sociedad libre, y que todo lo que está fuera de su dominio es caos, inculcándonos así el miedo y el rechazo a todo lo que esté fuera del orden establecido. Es la dictadura perfecta.

Las clases privilegiadas de antaño han conseguido a través de políticas conservadoras neoliberales mantener sus privilegios y el status quo del antiguo régimen, y nos describieron como "Estado del bienestar" lo que realmente era el nuevo Estado del patriarcado, donde serviríamos como esclavos creyéndonos personas libres.

No obstante, su poder de manipulación no funciona con todo el mundo, y este blog representa una voz disidente dentro de este sistema patriarcal contra el que me rebelo y me manifiesto, por lo que muestro mi total, absoluto y firme apoyo a la huelga general y a la clase trabajadora oprimida por el grupo de sabandijas que controlan el sistema.

El 29 de Marzo ¡TODOS LOS TRABAJADORES A LA HUELGA! ¡TODOS CONTRA EL PATRIARCADO!


1 comentario:

  1. Para ellos nunca es el momento de huelga, sino el de doblar el espinazo y acatar las órdenes sin rechistar.
    Se acabó la paz social. Ya no nos tragamos nada.

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